Un mundo perfecto.

Un mundo donde transformo mi vida real, en ideal. 
Con cada persona en la forma que yo quiero, con cada persona que yo quiero. 
Con todos mis sueños, imaginando cada cosa, con cada detalle, con todo lo que quiero. 
Es un mundo donde me voy cuando estoy triste, sola, desesperada, que no se qué hacer.
Un lugar que de alguna forma me hace reflexionar y me ayuda a seguir para adelante, me hace salir de esos problemas. 
Me ayuda a encontrar soluciones.
A reflexionar.
A descansar del drama.
A no llorar. O en ocasiones, a llorar.
A sentir.
A querer.
A amar.
A abrir los ojos.
A no querer.
A dejar de lado lo que no me hace bien.
A sentirme bien.
A saber elegir.
A aprender a cuidar.
A que me respeten.
A respetar.
A ser yo misma.
Eso logra mi mundo, ayudarme a ser yo misma, a que nadie me saque ningún sueño, que sigan vivos, que sigan siendo mis sueños, sueños maravillosos, que no son imposibles, algún día voy a lograr a hacerlos realidad.
Pero todo a su tiempo.
Tranquilidad sobre todo. La tranquilidad que nunca pierdo, la tranquilidad que hay que tener siempre, la tranquilidad que me trae mi espacio.