¿Cuál es el sentido de todo esto?

¿Qué sentido tiene seguir hablando, vernos, escucharnos, mirarnos y gustarnos? Si no nos movemos del lugar, si nada pasa mas que una charla. ¿Para qué tantas charlas, idas y vueltas, para qué tantas palabras y promesas que no se van a cumplir? Explícame para qué tantas cosas que me decís si nada es verdad. Quedamos en neutro. No cumplimos ni una palabra.
Yo a vos te dí absolutamente todo, mi confianza, mi seguridad, mi cariño, mis miradas, mis abrazos, mis besos, mis sueños, mis deseos, mi caja de seguridad te la abrí a vos, pero, ¿vos? nada, no te importó nada, y hoy yo miro hacia mis lados y estoy sola, miro hacia adelante porque debo continuar, pero también miro hacia atrás y ahí estás vos, dejando todo, sin darle importancia a algo de lo que te dí.
Te dí todo. Sabías que me costaba mucho, conseguiste tenerme, me tenes, pero te vas, ¿qué esperas?. Ah si, nada, solamente que me aleje. ¿Por qué? ¿Cuál fue el problema? No lo se.
No le veo sentido a todo lo que vivimos, no le veo el sentido a esta situación.
Siento que todo lo que hicimos fue un tiro al aire, porque no valoraste nada de lo que te dí mientras yo escuchaba y tenía presente cada una de tus palabras.
La verdad que te pienso y no puedo no derramar una lágrima, te extraño demasiado, me duele esta separación, y es sorprenderte ver que en tan pero tan poco tiempo te comencé a querer muchísimo y en absolutamente muy poco tiempo, nos distanciamos tanto. 
Tanto en tan poco, tan poco en tanto.
Me encantaría tener una noche mas, un día mas, como aquellos que vivíamos antes, que vos querías verme y yo también, me encantaría que lo que yo te de, lo valores y te quedes conmigo, pero obvio, es mucho pedir.
Te extraño desde lo mas profundo de mi corazón, y me hubiera gustado que cada una de mis palabras las hubieses escuchado, cada uno de mis hechos los hubieses valorado, así como yo lo hice con vos.