Ahí estabas vos, tan lindo como siempre, tan prolijo, bien vestido, hermoso. Me saludaste normal, y te pusiste a charlar con el preceptor. De la emoción salí corriendo a mi aula y con mucha felicidad y desesperación en silencio les conté a mis amigos que ahí estabas vos, quien me gustaba estaba cerca nuestro.

Estabas por bajar las escaleras y te grité para, y te corrí hasta que llegué a vos, y te pregunté un par de cosas, dudas mejor dicho, viene una amiga tuya y mía, la saludaste, yo la miré y le hice un gesto como para que se vaya y me deje con vos, se fue. Peleamos un rato pero siempre con chistes, amorosamente, me decías que soy chiquitita, como tanto me gusta que me digas, y yo te decía callate, y para que me desenoje, viniste mas cerca, me agarraste del cuello, me dijiste bebe, te mire con cara de enamorada y te esquivé un beso, nos reíamos pero vos querías que te vean conmigo. Me dijiste: "no seas mala bebe", te baje dos escalones, baje dos escalones yo, te amague a darte un beso y te di un beso en el cachete y me fui.
Pasa el día, todos hablándome de vos.
No puede ser que tengas tanto poder para cambiarme de humor.
Si llegas a fallarme, voy a estar mal, me va a doler, si llegamos a separarnos, voy a desilusionarme, posiblemente llore, pero no lo siento, no siento que vayamos a cortar todo tan de repente, siento que dios esta acá a mi derecha, siguiéndome en todo, ayudándome a todo, apoyándome para que todo salga bien. GRACIAS DIOS, te amo.
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